En la casilla de los peones
camineros
Aproximado a un pueblo
Llamado Doncella,
Habitaba un matrimonio con
seis hijos
Veintidós años tenía la
doncella.
Su novio era un tal Manuel
Jiménez
Que
se querían con locura los muchachos
Su familia toda era conforme
Seis diítas faltaban para
casarlos.
Una mañana muy tempranito
En la casita se presentó
Una señora muy elegante
Que a Carmelilla así le
habló:
Sé que te casas, Carmelilla
Sé que te casas en esta misma
semana
Con el hombre que yo más he
querido
Con el hombre que yo más
amaba.
A matarte, a asesinarte,
estoy dispuesta
Si
no olvidas por las buenas ahora mismo
Y Carmelilla con gran valor
A la señora así le habló:
Yo no lo olvido aunque me
maten
Porque lo quiero de corazón.
De repente se levanta la otra
novia
Hacía
afilándose un cuchillo de la media
Carmelilla triste y afligida
Se
ha encerrado en un cuarto lleno de leña.
A matarte, a asesinarte,
estoy dispuesta
Si no me abres le meto fuego
a la casa
Y arrimando leña hacia la
puerta
Esto que ardía en grandes
llamaretadas.
Y
en el momento de aquel incendio
En
la casilla se presentó
El
novio de ella, Manuel Jiménez
Que
a la señora así le habló:
Mujer
mala, traicionera y criminal
Me
has de pagar el daño que me has causado
La
mujer hizo fuego sobre el hombre
Y
lo ha herido en una pierna y un brazo.
Más
adentro se oyen voces de auxilio:
¡Ay,
Manuel mío que ardo viva entre las llamas
Me
ha quemado esa mujer miserable
Porque
dice que hace tiempo que te ama!
Con
valentía y gran valor
A
la ventana se abalanzó
Quitó
tres hierros de aquella reja
Y
en aquel hueco se colocó.
¿Dónde
estás paloma mía? Tú eres mía
¿Dónde
estás paloma mía? no te veo
Dando
vueltas por la sala como un loco
La
ha encontrado asfixiadita en el suelo.
Con
valentía la coge en brazos
Salió
pa´ fuera con gran valor
Y
a la salida de la casita
El
techo en llamas se desplomó.
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